MONOGRAFIAS GALENICAS

Formas orales líquidas (I)

Cerezo Galán, A.

Rodriguez Galán, I.C.

Marín Boscá, M.T..Indice

PÁGS. PÁGS.

INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN .......................................... .......................................... 5 5

PROBLEMÁTIC PROBLEMÁTICA A A ACTUAL CTUAL .............................. .............................. 6 6

1.- 1.- ASPECT ASPECTOS BIOF OS BIOFARMA ARMACÉUTICOS CÉUTICOS ........... ........... 6 6

2.- 2.- VENT VENTAJ AJAS AS.............................................. .............................................. 22 22

3.- INCONVENIENTES 3.- INCONVENIENTES................................. ................................. 22 22

4.- 4.- APLIC APLICA ACIONES CIONES ...................................... ...................................... 23 23

FUND FUNDAMENT AMENTOS FISICOQUÍMICOS OS FISICOQUÍMICOS ............... ............... 24 24

1.- SOLUCIONES 1.- SOLUCIONES ........................................ ........................................ 25 25

2.- SUSPENSIONES 2.- SUSPENSIONES ..................................... ..................................... 28 28

3.- EMULSIONES 3.- EMULSIONES ........................................ ........................................ 35 35

4.- MICROEMULSIONES 4.- MICROEMULSIONES.............................. .............................. 38 38.

Desde que el hombre primitivo buscara los remedios que le brindaba la naturaleza para mitigar sus males y, posteriormente, los manipulara para confeccionar medicamentos, la vía de administración oral ha sido la primera y principal. Como consecuencia, las preparaciones utilizadas con tal fin constituyen las formas farmacéuticas más antiguas, recibiendo nombres muy variados a lo largo de la historia. Inicialmente, la designación de poción del (latín potio, bebida) se atribuía, genéricamente, a todos los medicamentos líquidos destinados a ser administrados por esta vía. El término julepe, procedente del árabe julap (bebida de miel y agua), en principio, se usó para nombrar a la poción azucarada, dulce y agradable, bastante relacionada con los jarabes. Más tarde designa a las pociones gomosas transparentes (sin sustancias insolubles). Looch, se reservó para denominar a las pociones que contienen aceites es dispersión y mixturas para nominar las pociones que contienen sustancias sólidas insolubles (suspensiones). Esta nomenclatura confusa, inexpresiva

y arbitraria hoy sólo tiene significación

histórica. Actualmente se simplifica

tomando para la designación de cada pre-parado,

la palabra que hace referencia al

sistema fisicoquímico que origina la duali-dad

principio activo/vehículo, de manera

que las formas líquidas orales se reducen a

soluciones orales, suspensiones orales y

emulsiones orales, términos de más alta

precisión y significado, predominando,

con mucho, las de vehículo acuoso con las

características organolépticas conveniente-mente

corregidas. Farmacopea Europea (1)

en el epígrafe dedicado a preparados líqui-dos

de administración oral (Liquida Perora-lia),

los presenta como «los líquidos para

administración oral son normalmente diso-luciones,

emulsiones o suspensiones que

contienen uno o más principios activos en

un vehículo apropiado; algunos líquidos

para administración oral pueden estar

constituidos por principios activos líquidos

que se utilizan como tales». Más tarde, F.

Eur. advierte que «en algunos paises, los

líquidos para administración oral se clasifi-can

en subgrupos como jarabes (que con-tienen

una elevada proporción de azúcar

y/o otros polioles), elixires (que contienen

una elevada proporción de etanol), emul-siones,

suspensiones para administración

oral, etc.». De acuerdo con el método de

preparación y ciertas características de for-mulación,

puede hacerse la siguiente clasi-ficación

(2):

A) Por disolución:

– Soluciones orales:

• Soluciones orales propiamente dichas.

• Jarabes.

5

Introducción.• Elixires.

• Gotas orales.

• Colutorios.

• Gargarismos.

• Enjuages.

B) Por dispersión:

– Suspensiones orales.

– Emulsiones orales.

Aunque la definición de líquidos para la

administración oral se refiere a aquellas

1. Aspectos

biofarmacéuticos

La vía natural para la administración y

absorción de medicamentos es la misma

que la usada para la ingestión de alimen-tos,

esto es, la vía oral. En primera instan-cia

se usó por pura intuición, posterior-mente

por costumbre y comodidad. En la

actualidad es la más empleada en el caso

de terapéuticas ambulatorias y de duración

prolongada, pudiéndose decir que es la vía

preferente de administración del 80 % de

los medicamentos (3).

La facilidad de administración, en con-junción

con el hecho de que la naturaleza

destinará la absorción de la mayor parte de

los elementos necesarios para el manteni-miento

de la vida al aparato digestivo, le

hacen particularmente útil para la asimila-ción

de los fármacos contenidos en los

medicamentos (4).

Su tolerancia y aceptabilidad (agradable

presentación y palatabilidad de los medi-camentos,

promueve la atención de niños

y ancianos e induce a su ingestión), posi-bilidad

de automedicación, aplicación de

medicamentos destinados a resolver pro-blemas

digestivos (insuficiencias enzimáti-cas,

protección gástrica, etc.), completan

el listado de ventajas derivadas de su utili-zación.

No obstante, ciertas características del

medio gastrointestinal pueden influir nega-tivamente

sobre determinados principios

activos o éstos sobre aquél, e incluso, en

formulaciones destinadas a su ingestión,

también incluiremos otras de aplicación

tópica (colutorios, gargarismos y enjua-gues),

cuya preparación varía poco de la

de aquéllos. Se excluyen por tanto, los pre-parados

obtenidos por disolución extrac-tiva

(tisanas, tinturas, alcoholaturos, etc.) o

por destilación (hidrolatos y alcoholatos),

por su menor importancia actual.

ocasiones, interaccionar mutuamente. Son

ejemplos de todo ello: la posible destruc-ción

enzimática (lipasas digestivas/penici-linas,

enzimas proteolíticas/insulina u hor-monas

polipeptídicas, celulasa/celulosa),

el efecto irritante sobre a mucosa (salicí-lico

de los salicilicatos) o la mutua interac-ción

como formación de complejos poco

absorbibles (mucina/estreptomicina, sales

biliares/compuestos de amonio cuaterna-rio).

El recubrimiento entérico, recurso tec-nológico

que permite llevar el medica-mento

al intestino salvando la acción des-tructivo

del estómago, puede resolver algu-nos

de estos problemas.

Imperativos farmacocinéticos impiden su

elección como vía privilegiada en casos

como el de fármacos a los que se exija un

nivel hemático inmediato, rápido y elevado,

hecho que no puede proporcionar esta vía,

oque sufren biotransformación a nivel de

cualquier tramo digestivo, o efecto impor-tante

de primer paso hepático (lidocaína,

progesterona, testosterona, estradiol, etc.).

La forma farmacéutica y los excipientes

que intervienen en la formulación juegan

un importante papel en la liberación del

principio activo en la luz del tubo digestivo

yen su velocidad de penetración en el

organismo. Por ello, para el estudio de las

formas farmacéuticas administradas por

esta vía se hacen dos grandes apartados:

formas líquidas de administración oral, de

mejor y más rápida biodisponibilidad,

como luego tendremos ocasión de ver y,

6

Problemática actual.formas sólidas de administración oral.

Corresponde a este capítulo el estudio de

las primeras, de acuerdo con el programa

general de la obra, aunque razones de

orden lógico obligan a tratar los aspectos

biofarmacéuticos en común.

Consideraciones generales

anatomofisiológicas

La mucosa del aparato digestivo es

capaz de absorber en sus distintos tramos,

aunque con intensidad y velocidad varia-ble,

siempre que la permanencia del fár-maco

sea suficientemente prolongada. Este

último aspecto se encuentra relacionado

con el tiempo de tránsito en cada uno de

los tramos como puede observarse en el

esquema de la fig. 1. Según la tabla 1 (5),

se pueden considerar diversas zonas o uni-dades

anatómicas con características dis-tintas

en cuanto a longitud, diámetro, pre-sencia

o no de microvellosidades, pH,

enzimas, secreciones, etc., lo que determi-nará

distintos mecanismos de absorción

(difusión pasiva, transportes convectivo y

activo, difusión facilitada, pares de iones y

pinocitosis) acordes a las propiedades

específicas del principio activo.

Verificada la absorción, que constituye

el proceso de transferencia de las sustan-7

Fig. 1.- Tiempo de tránsito en el aparato digestivo..cias desde el tracto gastrointestinal a la

desde el tracto gastrointestinal a la sangre y

fluido linfático, la circulación por el orga-nismo

se realiza de distinta manera según

el tramo considerado, aspecto este último

de interés, pues en algún caso las sustan-cias

serán obligadas a pasar en primera ins-

tancia por el hígado y en otros casos no.

Absorción digestiva

Su estudio exige la consideración de las

cuatro etapas que componen la trayectoria

seguida por la forma de dosificación admi-nistrada

(6).

8

Longitud Presencia Mecanismo Enzimas

Unidad media Diámetro de microve- de pH y Secreción

anatómica (cm) (cm) llosidades absorción otros (ml/día)

Cavidad bucal 15-20 10 – Difusión pasiva 6,4 Ptialina Saliva

Transp.convectivo Maltasa 500-1.500

Mucina

Esófago 25 2,5 – – 5-6 – –

Estómago 20 15 – Difusión pasiva Pepsina J.gástrico:

Transp.convectivo 1-1,35 Lipasa 2.000-3.000

Transp.activo (?) Renina

Clorhídrico

Duodeno 25 5 + Difusión pasiva Bilis Bilis:

Transp.convectivo 6,5-7,6 Tripsina 250-1.100

Transp.activo Quimotripsina J.pancreático:

Transp.facilitado Amilasa 300-1.500

Pares iones Maltasa

Pinocitosis Lipasa

Nucleasa

Yeyuno 300 5 ++ Difusión pasiva Tripsina J. Intestinal:

Transp.convectivo 6,3-7,3 Amilasa 3.000

Transp.activo Maltassa

Transp.facilitado Lactasa

Sacarasa

Ileon 300 2,5-5 ++ Idem al duodeno 7,6 Lipasa –

Nucleasa

Nucleotidasa

Enteroquinasa

Ciego 10-30 7 + Difusión pasiva

Transp.convectivo 7,5-8 – –

Transp.activo

Pinocitosis

Colon 150 5 – Difusión pasiva 7,9-8 – –

Transp.convectivo

Recto 15-19 2,5 – Difusión pasiva – –

Transp.convectivo 7,5-8

Pinocitosis

Tabla I

Tracto gastrointestinal: Características de sus diversas unidades anatómicas.Primera etapa, boca

Zona del aparato digestivo donde el

lugar de administración coincide con el de

absorción. La administración de formas

sólidas se realiza en el surco gingivo-labial

superior (lugar de menor salivación) o en la

zona sublingual (7), las formas líquidas se

depositan sobre la lengua con la intención

deque la absorción se verifique a nivel de

la delgada mucosa sublingual, de epitelio

pavimentoso estratificado provista de rica

vascularización sanguínea y linfática. Ello

permite la absorción con relativa facilidad

y rapidez, pasando directamente a la cir-culación

general; la sangre venosa, proce-dente

de la región bucal se encamina

hacia el corazón y se distribuye por todo el

organismo antes de pasar por el hígado.

Así, todo principio activo absorbido por

esta vía evita un metabolismo hepático

inmediato, que podría conducir a una

inactivación antes de su distribución, que

se denomina efecto de primer paso hepá-tico.

La vascularización linfática contri-buye

también a la absorción y distribución

de algunos principios activos, ya que exis-ten

vasos linfáticos que provienen de todos

los puntos de la boca.

Debe preverse que toda sustancia intro-ducida

en la boca, masticada o chupada, se

mezcla íntimamente con la saliva,

pudiendo sufrir sus efectos. Sin embargo, la

precaria actividad de sus enzimas (ptialina,

con acción hidrolizante sobre los almido-nes),

el valor de su pH (ligeramente ácido,

pero muy cercano a la neutralidad, cuyas

variaciones condicionan la ionización de

los principios activos eventualmente disuel-tos

en la saliva) y la ausencia de enzimas

digestivos y de flora microbiana, no influ-yen

notablemente en la degradación ni en

la liberación de los principios activos.

En base a lo anterior podrán administrarse

sustancias de acción general a las que se les

exige gran rapidez de acción (vasodilatado-res

coronarios) y otros no tan urgentes (hor-monas

esteroídicas, oligoelementos, hepari-noides,

alcaloides del cornezuelo, etc.).

En esta zona pueden administrarse

medicamentos con función exclusiva-mente

tópica, de acción local y duradera,

del tipo de antisépticos, desinfectantes,

anestésicos locales, astringentes, antiinfla-matorios,

desodorizantes bucales. Son

corrientes formulaciones portadoras de

sulfamidas, antibióticos, clorofila, etc.

La administración en la boca exige la

colaboración del paciente en el sentido de

retener la forma farmacéutica en la zona

durante el tiempo necesario y adminis-trarla

preferentemente después de la

comida, por encontrarse la salivación dis-minuida

y la mucosa más irrigada.

El mecanismo de transporte de los fár-macos

a través de la mucosa lipoidea

bucal es principalmente por difusión

pasiva, influyendo una serie de factores:

Fisicoquímicos. Fundamentalmente

ligados a la liposolubilidad del principio

activo (relacionada con el coeficiente de

partición y la forma no ionizada a los elec-trolitos

débiles) y al tiempo, más o menos

prolongado, de permanencia bajo la lengua.

Fisiológicos. Interviene la secreción

salival, que ha de ser mínima para evitar

que los fármacos, cuya absorción ha de

realizarse a nivel bucal, sean arrastrados a

tramos inferiores del tracto gastro-intesti-nal.

Cuando la boca se considera como

lugar de disgregación de medicamentos

destinados a absorberse en los citados tra-mos,

la salivación debe ser favorecida (for-mas

para masticar o chupar); el contacto

con la saliva podría contribuir a la libera-ción

de ciertos principios activos por

hidrólisis del almidón.

Tecnológicos. Dependientes de las

distintas formas de dosificación que se

pueden administrar. Líquidos de acción

tópica, de vehículo acuoso o hidroalcohó-lico

miscibles con la saliva (gargarismos,

elixires) que permiten disolver algunos

alcaloides en forma de base mejorando su

absorción y, a veces, líquidos viscosos por-tadores

de glicerina, propilenglicol o sorbi-tol

(colutorios) para aumentar la adheren-cia

y prolongar el tiempo de contacto.

Líquidos de acción sistémica, dosifica-dos

en formas sólidas (cápsulas gelatinosas

blandas y duras soldadas, para romper en

la boca), que vierten su contenido bajo la

lengua para actuar con extraordinaria rapi-9.dez (nitroglicerina en emergencia corona-ria).

Líquidos en gotas, cuya forma de

administración puede ser embebidas en un

terrón de azúcar que se deja disolver en la

boca (tilidina, vacuna de polio, etc.).

En formas sólidas intervienen los exci-pientes,

tamaño y forma de los comprimi-dos.

En comprimidos sublinguales, los

aglutinantes potentes, alta presión de com-presión

y pequeño tamaño, modifican la

velocidad de disgregación, determinante

de su lenta disolución. La ausencia de aris-tas

en la forma y/o de excipientes sialago-gos

en la formulación, evitan la salivación

excesiva.

También pueden administrarse aerosoles.

Segunda etapa, esófago

El medicamento deglutido camina a lo

largo del esófago por las ondas peristálti-cas

sin que la gravedad prácticamente

intervenga. El peristaltismo empieza habi-tualmente

con la deglución y se traduce en

una contracción que obstruye la luz del

esófago varios centímetros y se desplaza a

una velocidad de 2-4 cm/seg; siendo la

longitud total del esófago de unos 25 cm,

el tránsito de un sólido es de diez segundos

y dos para un trago de líquido. El rápido

tránsito, unido al grosor de su pared

mucosa, no secretora y de epitelio malpi-giano,

no permite considerarla como

buena zona de absorción (6), salvo si se

trata de una pequeña cantidad de secre-ción

salival concentrada en principio

activo, después de administración perlin-gual

prolongada.

Tercera etapa, estómago

Lo ingerido pasa del esófago, a través del

cardias, al estómago donde permanecerá

más o menos tiempo.

El estómago es una amplia bolsa dotada de

actividad tónica, aunque cuando está vacío

sus paredes están plegadas; cuando se llena,

el tono disminuye y aumenta de volumen.

Siendo un órgano de pared gruesa y

poco vascularizada, no puede conside-rarse

como fisiológicamente adaptado a las

funciones de absorción. La pared está

constituida por una capa externa muscular

y una interna glandular y mucosa, con

estructura de pliegues en panal sin micro-vellosidades,

rica en mucina y colesterol.

Las glándulas producen una serie de

secreciones que constituyen el jugo gás-trico,

cuya secreción se realiza por un tri-ple

mecanismo: de contacto (alimentos

con pared gástrica), hormonal (secreción

de gastrina) y nervioso. Las secreciones

pueden tener efectos negativos sobre las

sustancias activas de los medicamentos:

así, por ejemplo, el clorhídrico degrada a

eritromicina; la pepsina a principios peptí-dicos

o proteicos (oxitocina, insulina, sue-ros,

etc.); la mucina del mucus forma com-plejos

poco absorbibles con sustancias

amonio cuaternario. Siendo la secreción

del mucus protectora de la mucosa gás-trica

contra la autodigestión por la pep-sina,

algunas sustancias que deprimen la

síntesis de glucoproteínas sulfatadas

(antiinflamatorios tipo difenilbutazona)

pueden provocar ulceraciones. La acidez

condiciona la disolución y la ionización

de algunos principios activos, siendo un

factor limitante de su absorción.

Otras veces son efectos positivos, influ-yendo

en la capacidad de absorción del

principio activo, como es el caso de las

aspirinas solubles (sales del ácido acetilsa-licílico

que precipitan en el medio ácido

del estómago en forma de finísimas partí-culas

facilitando su absorción) o la degra-dación

de la cubierta de gelatina de las

cápsulas, ya que la pepsina facilita la libe-ración

de los principios activos en ellas

contenidos. Algunas sustancias como los

terpenos de tipo limoneno, estimulan la

secreción de mucina (incremento del

papel protector de la mucosa).

En su conjunto la mucosa gástrica se

comporta como una pared lipídica con

poros acuosos, lo que permite rápida

absorción de las sustancias liposolubles

(ácidos débiles no ionizados en las condi-ciones

del pH del estómago); las bases ven

favorecida su absorción en presencia de

bicarbonato (estricnina y cafeína). Las

hidrosolubles pasan por simple filtración a

través de los poros acuosos en función de

10.su tamaño molecular (etanol, agua y algu-nos

electrolitos). En resumen, las sustan-cias

liposolubles e hidrosolubles no diso-ciadas

pasan por mecanismo de transporte

pasivo, y por filtración sustancias de peso

molecular y tamaño adecuados.

Entre los factores que afectan a la absor-ción

en esta zona, mencionamos:

Físicoquímicos. Interviene el coefi-ciente

de reparto (principios liposolubles)

y el pK a del fármaco en relación con el pH

del lugar de absorción (hidrosolubles no

ionizados). Como consecuencia, la absor-ción

va a depender, en gran medida, de las

fluctuaciones de pH que, en el hombre

sano, oscila entre 1,2 y 3,5. En ayunas se

sitúa entre 1,2 y 1,7, en tanto que después

de las comidas las cifras suben a 3 y 3,5;

con la edad aumenta y en caso de ulcus

gástrico el pH es muy bajo (8).

Patológicos. Lesiones de la mucosa

(ulceraciones y otras alteraciones) aumen-tan

la velocidad de absorción, y fenóme-nos

de hipoclorhidria en ancianos dismi-nuyen

la absorción de ácidos débiles. Por

ello, el establecimiento de la posología en

ancianos obliga a actuar con prudencia,

pues al hecho anteriormente apuntado hay

que sumar que estos pacientes presentan el

fenómeno de absorción disminuido.

Fisiológicos. Las condiciones fisioló-gicas

de la vía, como son pH gástrico o

diferentes secreciones, son factores deter-minantes

de la absorción por cuanto pue-den

provocar alteraciones de los fármacos.

No obstante, se dispone de diferentes

recursos para subsanar el problema:

— Químicos. Utilización de derivados

no atacables por el medio ácido, por ejem-plo

ésteres de eritromicina o cloranfenicol

en lugar de sus formas básicas.

— Incorporación a la forma farmacéu-tica

de un tampón o neutralizantes. Así, el

carbonato cálcico, hidróxido alumínico o

dihidroxiaminoacetato alumínico evitan la

destrucción de la penicilina G oral.

— Recubrimiento gastrorresistente.

Como se verá en el capítulo de formas far-macéuticas

sólidas de administración oral

(comprimidos, cápsulas, etc.) hay un tipo

de cubiertas constituidas por sustancias áci-

das que por su pK a no disgregan ni disuel-ven

en el medio ácido del estómago (goma

laca, acetoftalato de celulosa, Eudragit L/S,

etc.) y otras formadas por sustancias grasas

(cubiertas céreas, por ejemplo).

Exigen para su digestión un pH alcalino

y/o las lipasas intestinales.

Influye, asimismo, el contenido gástrico

y el ritmo de vaciado gástrico. La veloci-dad

de vaciado viene dada por un proceso

de primer orden en el que el volumen gás-trico

remanente depende del volumen ini-cial,

por lo que, cuanto mayor es el volu-men

inicial, mayor es la velocidad de

vaciamiento gástrico, y más rápidamente

pasará el principio activo a las primeras

porciones del intestino delgado, lugar más

adecuado para la absorción (9). En ayunas,

fuera de los períodos de apetito en los que

podría tener lugar una secreción psíquica,

el estómago sólo contiene un poco de

líquido ligeramente ácido. De todo esto se

deduce la necesidad de administrar el

medicamento con gran volumen de

líquido (vaso de agua), en particular

cuando se trata de formas sólidas de admi-nistración

oral y en ayunas con el fin de

acelerar la disgregación, la disolución y el

tránsito del principio activo.

Además de esto hay que considerar otros

factores capaces de influir en el vacia-miento.

Así, el calor proporcionado por

líquidos calientes determina un tiempo

corto de tránsito, la posición del propio

paciente puede prolongar el tiempo de

tránsito (recostado sobre el lado

izquierdo), las emociones tienen especial

relieve sobre el ritmo de vaciamiento gás-trico

por su repercusión sobre la motilidad

gástrica. Incluso se matiza diferenciando

entre emociones de tipo agresivo que

aumentan la motilidad o depresivo, que la

reducen. La composición de la propia

dieta alimenticia (hidratos de carbono y

grasas retardan el vaciamiento, lo que no

sucede con las proteínas), estados patoló-gicos

(hiperclorhidria acelera el paso). La

propia forma farmacéutica también puede

influir en el tránsito. Así, para comprimidos

y tabletas viene a ser de 3-4 horas, frente a

15 minutos de un medicamento en forma

de microcápsulas o de pequeñas gotículas

11.dispersas; las soluciones de baja presión

osmótica o suspensiones de pequeñas par-tículas

y baja viscosidad, abandonan el

estómago con mayor rapidez que las vis-cosas

o pastosas.

Estos y otros factores que modifican el

ritmo de vaciado gástrico, quedan recogi-dos

en la tabla II (10).

Así pues, la biodisponibilidad de una

forma administrada por vía oral puede

verse modificada según sea ingerida:

— Con o sin agua (disolución más

rápida, disminución de la acidez por dilu-ción,

aceleración del tránsito si el sujeto

está en ayunas).

— Antes o durante la comida, al princi-pio

o al final de la misma: la acidez y la

secreción de los enzimas proteolíticos

aumenta al final de la comida.

El efecto, mal controlado, de dilución en

el bolo alimentarlo y los riesgos de absor-ción

sobre éste, obligan a preferir, en gene-Tabla

II

Factores que modifican el ritmo de vaciado

gástrico

— Fisiológicos:

Comida.

Distensión gástrica.

Postura.

Sueño.

Personalidad.

— Patológicos:

Trauma y dolor.

Infarto de miocardio.

Enfermedades gastrointestinales:

• Estenosis pilórica.

• Enfermedad de Crohn.

Cirugía gástrica.

Enfermedad metabólica.

— Farmacológicos:

Anticolinérgicos.

Analgésicos narcóticos.

Antihistamínicos.

Antidepresivos tricíclicos.

Hidróxido de aluminio.

Metoclopramida.

Anticolinesterasas.

Alcohol.

ral, la administración entre o antes de las

comidas, excepto si por dilución, se desea

atenuar un posible efecto irritante sobre la

mucosa gástrica.

Tecnológicos. La preparación de for-mas

efervescentes o la incorporación en

bebidas carbónicas, facilitan la difusión

del principio activo. Así le ocurre a la Aspi-rina

bajo el influjo del carbónico produ-cido

por reacción entre el bicarbonato pre-sente

en la formulación del comprimido

efervescente y el clorhídrico estomacal,

admitiéndose que el aumento de la veloci-dad

de absorción sea en parte debido a la

hiperemia de la mucosa y en parte al más

rápido vaciamiento gástrico y paso al intes-tino

por la presión ejercida por el gas (9).

Cuarta etapa, intestino

Intestino delgado

Se compone de tres partes: una fija (duo-deno)

y dos móviles (yeyuno e íleon). El

duodeno y las primeras partes del yeyuno

tienen una función secretora dominante,

mientras que las segundas partes del

yeyuno e íleon poseen una función de

absorción más importante.

Histológicamente está formado por

cinco túnicas concéntricas, de las cuales

destacan la muscular y la mucosa, siendo

esta última la más intensa y de vital impor-tancia

en la absorción de medicamentos

(la disposición concéntrica de sus túnicas

se aprecia esquemáticamente en la fig. 2),

ya que posee gran número de pliegues y

microvellosidades en continua agitación,

lo que permite incrementar la superficie de

absorción.

Su mucosa es de carácter lipídico, de

gran longitud y superficie, con elevada

vascularización (sanguínea y linfática). el

pH de los lugares de absorción es variable

(tabla I) aumentando según algunos auto-res

de 5-6 en duodeno a casi 8 en íleon.

Todo ello indica que el intestino delgado

es la zona fisiológicamente destinada a la

absorción, siendo su misión fundamental

12.la absorción de alimentos y medicamentos

(11).

Es muy importante la disposición de las

fibras de su capa muscular, toda vez que per-mite

los movimientos peristálticos y, por

tanto, el avance del contenido. Su gran

extensión permite a los fármacos disponer de

tiempo suficiente para ser absorbidos, parti-cularmente

si su solubilidad es pequeña.

Además es característica la gran canti-dad

de enzimas (tripsina, pancreatina,

lipasa) que, a veces, van a favorecer la

absorción de los principios activos y diges-tión

de sus cubiertas y, de bilis y sales de

ácidos biliares que facilitan la absorción

por emulsificación previa de las sustancias

de carácter lipídico. Esta abundancia enzi-mática

también tiene manifestaciones

negativas en cuanto que las enzimas intes-tinales

actúan sobre algunos principios

activos de naturaleza polipeptídica (insu-lina,

vasopresina, hormonas de la hipófisis

anterior, etc.), hidrolizándolos y, por tanto,

inactivándolos cuando se administran por

esta vía. La metabolización alcanza a otro

tipo de fármacos (flurazepam, salicilamida,

estradiol, etc.). No debe olvidarse el signi-ficativo

papel de la flora intestinal en el

metabolismo de otros (sulfasalazina,

metronidazol, L-Dopa).

Entre las sustancias que serán absorbidas

en esta zona, se encuentran tanto de tipo

liposoluble como hidrosoluble. los ácidos y

bases débiles se ionizan de acuerdo con su

pk a y el pH en los distintos tramos, absor-biéndose

sólo la fracción no ionizada.

La pared intestinal parece presentar una

selectividad favorable para algunos iones

como cloruro, sodio o potasio, y contraria

para sulfato y magnesio. Precisamente el

sulfato magnésico, al permanecer en el

intestino atrae agua desde los tejidos al

lumen intestinal, por simple mecanismo

osmótico, diluyendo y aumentando el con-tenido,

favoreciendo la evacuación de las

heces. A nivel intestinal pueden presen-tarse

todos los modelos y mecanismos de

transporte:

Difusión pasiva. Pasan sustancias de

tipo liposoluble (carotenos, vitaminas A, D,

E, K) siendo la absorción favorecida, como

anteriormente se apuntó, por la presencia

de sales biliares.

Los aniones y cationes orgánicos atravie-san

mucho más lentamente que las molé-culas

orgánicas sin carga con propiedades

liposolubles.

Filtración a través de sus microporosi-dades,

para algunas moléculas de pequeño

13

Fig. 2.- Esquema histológico del intestino..tamaño como el agua y determinados

alcoholes.

Difusión facilitada. Las sales biliares

o la vitamina B 12 , para ser absorbidas, pre-cisan

unirse previamente a algunas sustan-cias

endógenas (factor intrínseco).

Transporte activo. Es el mecanismo

segundo por aquellas sustancias que se

absorben selectivamente, como los cloruros

de sodio y potasio, las bases púricas y pirimi-dínicas,

monosacáridos, aminoácidos, etc.

La pinocitosis resulta decisiva para

macromoléculas.

Otros mecanismos minoritarios residen

en la difusión a través de alteraciones del

epitelio o la fagocitosis por macrófagos, con

posterior migración de éstos entre las célu-las

intestinales. Algunas proteínas, como las

toxinas bacterianas y huevos de parásitos,

pueden apuntarse como ejemplos.

En conjunto, es fácil modificar la absor-ción

intestinal si el mecanismo implicado

es activo y no tanto cuando el fármaco se

absorbe por difusión pasiva. Existen, sin

embargo, excepciones a esta regla. Por

ejemplo, la del agente quelante EDTA, que

aumenta enormemente el ritmo de absor-ción

de diferentes sustancias (heparina,

hipoglucemiantes, decametonio, ácido

sulfanílico, etc.), todas ellas poco liposolu-bles

y, por consiguiente, pobremente

absorbidas en condiciones normales. La

diversidad de sustancias enumeradas habla

en favor de un mecanismo de naturaleza

inespecífico, sin afectar al estado físico o

químico del compuesto (posiblemente

modificando la permeabilidad al agrandar

el tamaño de los poros o el espacio entre

las células epiteliales), pudiendo resultar

peligroso el empleo indiscriminado de

EDTA, pues permite la masiva absorción

de productos tóxicos intestinales o con

propiedades alergénicas.

Especial significado tienen las interac-ciones

medicamentosas como factores que

modifican el ritmo de absorción. Los prin-cipales

cambios producidos por las mis-mas

se recogen en la tabla III y los efectos

de los alimentos sobre la absorción de fár-macos

en la tabla IV (8).

Tabla III

Cambios producidos por las interacciones

medicamentosas que afectan la absorción

de fármacos

— Propiedades físicas y contenido gas-trointestinal.

— Permeabilidad de la mucosa y trans-porte

activo.

— Flujo sanguíneo gastrointestinal.

— Primera fase del metabolismo.

— pH de los fluidos gastrointestinales.

— Vaciado gástrico.

— Motilidad gastrointestinal.

— lnteracciones fisicoquímicas en el

tracto gastrointestinal.

Tabla IV

Factores implicados en la interacción de

los fármacos con los alimentos

— Disolución de los fármacos.

— Unión a constituyentes de la comida.

— Descomposición intraluminal de los

fármacos.

— Alteraciones del tránsito.

— Interferencia con el transporte de la

mucosa.

— Alteraciones en el volumen del flujo

líquido.

— Cambios en el metabolismo.

La absorción intestinal de algunas sus-tancias

puede estar modificada por anor-malidades

hereditarias. Se han detectado

defectos en la absorción de calcio y fósforo

como causa de raquitismo familiar, cua-dros

de hematocromatosis por absorción

excesiva de hierro de naturaleza genética,

absorción excesiva de cobre en la degene-ración

hepatocelular y anomalías en la

absorción de vitamina B 12 por deficiencia

congénita del factor intrínseco y/o trastor-nos

hereditarios.

Entre los factores condicionantes de la

absorción a este nivel, pueden citarse:

Fisicoquímícos. Coeficiente de parti-ción

aceite/agua de un fármaco cuando

éste se administra en un vehículo oleoso o

emulsionado. La elevada viscosidad de las

soluciones influirá en la velocidad de difu-sión

de las moléculas del principio activo

hacia la mucosa intestinal.

14